«Yo soy la resurrección y la vida» • Oración en nuestro camino de cuaresma

Gracias a todas las personas que ayer, domingo 6 de abril, participaron en el espacio de la oración con cantos de Taizé. Gracias a la comunidad de Ntra. Sra. del Perpetuo Socorro, que nos abrió sus puertas.


Les compartimos aquí las palabras de la Escritura y algunas oraciones de nuestro encuentro.


Lectura bíblica

Así habla el Señor:
Yo voy a abrir las tumbas de ustedes, los haré salir de ellas, y los haré volver, pueblo mío, a la tierra de Israel. Y cuando abra sus tumbas y los haga salir de ellas, ustedes, mi pueblo, sabrán que yo soy el Señor. Yo pondré mi espíritu en ustedes, y vivirán; los estableceré de nuevo en su propio suelo, y así sabrán que yo, el Señor, lo he dicho y lo haré —oráculo del Señor—.
Ezequiel 37. 12-14


Oración de la comunidad

R. Escucha, Señor, la oración de tu pueblo.

Señor Jesús, tú eres la resurrección y la vida.
Llama nuevamente de la muerte a la vida
al pueblo que rescataste por tu cruz y resurrección.
Te rogamos, Señor. R.

Cuando nos invade el temor y la angustia
y se nos oculta el sentido de nuestras vidas,
llámanos nuevamente de la muerte a la vida
por tu Espíritu que consuela y abre caminos.
Te rogamos, Señor. R.

Cuando las heridas echan raíces en nosotros
y nos volvemos incapaces de vivir el perdón recíproco,
llámanos nuevamente de la muerte a la vida
por tu compasión que nos hace solidarios en la gracia.
Te rogamos, Señor. R.

Cuando nuestras incomprensiones nos separan
y nuestros vínculos parecen encaminados a la muerte,
llámanos nuevamente de la muerte a la vida
por el amor que nos hermana y reconcilia.
Te rogamos, Señor. R.

Cuando el pecado se vuelve una carga pesada en nuestras espaldas
y llegamos a desesperar de la misericordia de Dios,
llámanos nuevamente de la muerte a la vida
por la confianza en Aquél que hace fiesta por el hijo pródigo que vuelve a casa.
Te rogamos, Señor. R.


Oración final

Tú, Jesús, el resucitado,
desciendes allá donde estemos
a lo más profundo de la condición humana.
Cargas con lo que nos pesa,
tomas sobre ti lo que nos hace daño de nosotros mismos,
te mantienes al lado de cada uno
y visitas incluso a aquellos que murieron
sin haber podido conocerte.
Así, en nuestra lucha,
la contemplación de tu perdón
se transforma en un reflejo de bondad
en el corazón humilde
que se deja conducir por tu Espíritu Santo.
hno. Roger, de Taizé


Imagen: Cruz de Taizé, detalle.
Invocaciones en la oración de la comunidad: Damián Burgardt, 2014. Algunos derechos reservados. Licencia Creative Commons 3.0: Uso no comercial, Reconocimiento del autor y la fuente, Compartir igual.
Oración del hermano Roger de Taizé: © Ateliers & Presses de Taizé, Le Bourg, 71250 Taizé, France. Reproducida bajo permiso.